¿Cómo mantener a un lector interesado?

como mantener el interés en el lector

¿Cómo mantener a un lector interesado en tu libro hasta el final? ¿Cómo puedes evitar el aburrimiento a media lectura? Parece una tarea difícil, pero no es imposible.

La mayor preocupación que tenemos los escritores noveles es mantener la atención de nuestros lectores y quizá pecamos tanto de esto que terminamos creando un relato muy detallado y pesado de leer. 

Debemos tener en cuenta que nuestros lectores no están buscando respuestas profundas para su vida en nuestras novelas (en su mayoría, claro está), ellos solo buscan desconectar un rato de su rutina y por eso siempre es mejor mantenerlo simple. 

Sin embargo la palabra “simple” no es sinónimo de insípido o aburrido. Una lectura ligera hará que el lector devore nuestro libro en cuestión de días si sabemos manejar la intriga en la trama. 

La gran pregunta dramática

Los libros son una gran fuente de intriga, te mantienen siempre pendiente de cualquier mínimo detalle que pueda darte alguna pista del gran final. Es normal preguntarnos si las cosas terminarán como imaginamos y, aunque no lo creas, dentro de la literatura, esta pregunta tiene un nombre.

La “gran pregunta dramática” suele ser una pregunta directa que tiene como respuesta sí o no; una pregunta que se suele poder contestar al final de la historia. Si te das cuenta, las grandes preguntas dramáticas son las que organizan las cosas en toda la literatura.

Por ejemplo, en “Orgullo y Prejuicio” de Jane Austen, la gran pregunta es si Elizabeth terminará con el Sr. Darcy. En “Yo antes de ti” de Jojo Moyes, es si Will desistirá de su decisión y se quedará con Louisa.

Lo más importante es que la cuestión surge de la relación que hay entre tres elementos: el protagonista, su objetivo y el conflicto que se interpone ante esa meta.

¿Cómo mantener a un lector interesado en nuestro relato?

Así que, para mantener a nuestro lector interesado, es primordial trabajar la intriga desde el comienzo. Lo último que queremos es que nuestro lector desista porque no entiende de qué va nuestra historia. 

Hace varios años comencé a escribir un relato sobre una princesa rusa desterrada cuyo objetivo era retomar el trono y restaurar la dinastía. La gran pregunta dramática es: ¿Logrará hacerlo o terminará como sus ancestros? Mientras avanzas en la historia te das cuenta de que quizá no lo pueda conseguir, pero cada situación o personaje nuevo en la novela está encaminada al objetivo principal, como una escalera.

¿Por qué te comparto esto? Porque es importante que todo dentro de la trama tenga sentido y razón de ser. No hay justificación para eventos que suceden “por arte de magia”, debes sembrar un precedente y retomarlo cuando lo creas necesario. 

La gran pregunta dramática sigue siendo la fuerza organizadora central incluso en el mundo complejo de las novelas.


¡Muchas gracias por leer!

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¡Nos leemos luego, escritor!

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