¿Qué pasa con una historia incompleta?
Seguramente te ha pasado que tienes una idea genial en la cabeza e inmediatamente te sientas a desarrollarla. Pasas gran parte de tu tiempo trabajando las ideas hasta que se convierten en una historia, creas a tus personajes con detalle y después… No hay después.
¿Cuántas historias geniales no habrán pasado por este mismo ciclo? Si existiese un registro seguramente sería infinito.
La gran pregunta es: ¿está mal dejar nuestras historias incompletas?
Muchos expertos escritores te dirán que sí, hablarán de tu falta de motivación e imaginación, de tu falta de compromiso y amor por lo que haces, pero aquí no estamos para repetir el mismo discurso de siempre.
Creo que la muestra de amor más grande de nosotros como escritores a nuestras obras es dejarlas descansar cuando no están dando más de sí. No tiene sentido continuar con una historia todos los días cuando ni siquiera a nosotros nos está convenciendo.
Las personas se dan cuenta cuando hay mucho amor y entrega en las cosas que hacemos y es aún más evidente cuando lo hacemos sólo por cumplir algún objetivo vacío.
Ahora, no quiero que confundas esto con esa falta de inspiración o ganas que nos ataca de vez en cuando. Sentirse un poco desmotivado o sin muchos deseos de escribir por unos días es algo normal que le pasa hasta al mejor de los escritores.
¿Cómo sé que estoy forzando una historia?
- El simple hecho de pensar en que tienes que seguir escribiéndola, te provoca un gran rechazo.
- Prefieres destinar el tiempo a otras cosas “menos importantes”.
- No piensas en esa historia cuando se te ocurre algo nuevo.
- No hablas de ella porque te parece innecesario.
Al menos esos son los puntos clave que he experimentado cuando sé que es momento de dejar una historia.
No hay que sentirnos culpables por no poder terminarlas, pues eso no define tus capacidades como escritor.
Mi recomendación: deja la historia guardada en algún documento de Word. No se te ocurra borrarla. Quizá ahora mismo no te parezca interesante o útil, pero en unos meses (o años) tendrás la capacidad de volver a ella y transformarla.
Lo increíble de las historias incompletas es que nos permiten explorar nuestro proceso creativo para poder trabajar nuestros límites y potenciadores.
Así que no te sientas mal por iniciar una historia con entusiasmo y al final perder la ganas de continuar y terminarla.
¿Dejas las historias incompletas con frecuencia?
Lo que pasa con las historias incompletas puede ser un problema de planeación, más que de motivación.
Planear nuestras historias desde la primera frase detonante hasta el final, nos ayudará a tener una idea global de la historia, sus personajes y ambientación.
Para ordenar mejor una idea, podemos utilizar el método de La pirámide de Minto, es como el método de La Pirámide Invertida utilizada en periodismo, pero al revés. ¡Ahora vamos a adaptarlo a la escritura!
Esta estructura te ayuda a no divagar en la información y sólo añadir los datos importantes que realmente aportan y dan forma a una idea completa y bien filtrada.
¡No entres en pánico! Te explicaré cada uno de los puntos mostrados arriba.
Toma en cuenta el espacio que existe en cada pregunta, pues es importante para el desarrollo de la idea global de la historia.
Primera parte: ¿Qué? ¿Quién? ¿Quiénes?
Aquí defines tu idea, personajes y situación principal.
Ejemplo: Un niño huérfano de 11 años que descubre que es un mago.
Segunda parte: ¿Cómo? ¿Cuándo?
Aquí defines cómo sucederá y cuándo se llevará a cabo.
Ejemplo: Con un mensajero que viene desde el mundo mágico en Londres de los años 90.
Tercera parte: ¿Por qué?
Aquí defines la motivación o la razón de ser de tu idea principal. Puede ser tan profunda o sencilla como quieras.
Ejemplo: Porque es “el elegido” y tiene una misión que cumplir en el mundo mágico debido a sus padres.
Entonces la idea global quedaría así:
Esta historia trata de un niño huérfano de 11 años que descubre que es un mago gracias a un mensajero que viene desde el mundo mágico y descubre que él tiene una misión que cumplir en esa dimensión.
En este punto ya tenemos la idea base para trabajar la estructura básica de introducción, desarrollo y desenlace y definir los personajes necesarios en este nuevo universo.
¡Pero eso lo veremos a detalle en otro artículo!
¿Tienes dudas? ¿Se te ocurre algo más que puedes hacer que ha faltado aquí? ¡Déjamelo en los comentarios!
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